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Según un estudio de técnicos INTA AMBA y del Programa ProHuerta (INTA/MDSN), las producciones familiares permiten acceder a vitaminas de alta calidad y mejorar las economías familiares en base a técnicas agroecológicas.

Según un estudio realizado por técnicos del INTA AMBA y del Programa ProHuerta (INTA/MDSN), una superficie cultivada 152 metros cuadrados puede lograr hasta una producción total de 1.154 kilogramos de alimentos y una productividad de 7, 5 kilogramos por metro cuadrado, lo que podría generar un ahorro de hasta $3.200 al mes.

Esta valoración fue realizada en una parcela ubicada en el predio del Centro Demostrativo Hospital Italiano –del Programa ProHuerta (INTA/MDSN) – en San Justo partido de La Matanza (Buenos Aires). “Esta superficie total cultivada es superior a las más frecuente en las zonas urbanas: se trata de una superficie más usual en zonas periurbanas o rurales”, aclara el coordinador del Programa ProHuerta AMBA – Delta, Francisco Pescio.

Los técnicos que trabajaron en este estudio aclararon que el manejo de la huerta se hizo con las técnicas agroecológicas que propone el ProHuerta y resaltaron que no tuvo un manejo especial sino que se trató de una situación similar a la que pueden encontrar los huerteros en el fondo de su casa.

En cuanto al aporte nutricional la producción arrojó que el aporte de potasio fue suficiente para cuatro adultos. Y la vitamina C (las hortalizas son buenas fuentes de vitaminas) fueron superiores a lo requerido durante todo el año.

En referencia a otros nutrientes, hubo momentos del año donde los aportes fueron suficientes y en otros (invierno) fue menor al necesario para completar todos los requisitos nutricionales con la producción de la huerta.

Punto de partida

Este estudio parte de un trabajo de tesis de Ingeniera Agrónoma (FA-UBA) realizado por Laura Varano, cuyo director fue Francisco Pescio. Contó con el acompañamiento de los técnicos responsables del Centro, Tomas del Compare y León Degreef (recientemente fallecido), como también del coordinador del Proyecto Regional Territorial Urbano del INTA AMBA, Gonzalo Pares

El trabajo se realizó durante dos temporadas en  dos años consecutivos. Para tabular los datos se tuvo en cuenta que la producción fue estacional con un pico importante en la época de primavera – verano, debido especialmente a los tomates, zapallos y zapallitos. En el caso de la temporada otoño – invierno, las verduras de hoja tuvieron un gran protagonismo    

La diferencia de rendimientos entre ambos años se debió principalmente a que durante una de las temporadas la producción de tomate y zapallo fue sensiblemente inferior.

El documento concluye que las huertas son productivas y valiosas ya que permiten acceder a vitaminas de calidad y generar un ahorro valioso en las economías familiares. 

“Si se toma en cuenta que muchas familias no acceden a una cantidad adecuada de verduras por no contar con ingresos suficientes, la huerta familiar es un excelente camino para que todos los habitantes de nuestro país puedan acceder a alimentos saludables y nutritivos”, se lee en la tesis. 

Fuente: https://inta.gob.ar
Foto: Claudia Moyano – Comunicación EEA AMBA